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Ganador del Premio Nobel visita el Museo Nacional de los Derechos Humanos

  • Fecha:2018-10-11
Ganador del Premio Nobel visita el Museo Nacional de los Derechos Humanos

Ganador del Premio Nobel Frederik W. de Klerk visita el Museo Nacional de los Derechos Humanos de Taiwán.


El 11 de octubre, el ganador del Premio Nobel y ex presidente de Sudáfrica, Frederik W. de Klerk, realizó una visita personal al Museo Nacional de los Derechos Humanos del Parque Conmemorativo del Terror Blanco Jing-Mei. F. de Klerk comentó que, ante los errores históricos, sólo a través de los sinceros movimientos hacia la reconciliación podría una nación avanzar verdaderamente.


Frederik de Klerk también señaló que puede entender las voces conflictivas inevitables en muchos países cuando promueven la justicia transicional. Al mismo tiempo, el expresidente alienta a las víctimas políticas de Taiwán a compartir sus historias para que las futuras generaciones comprendan lo que sucedió en el pasado.


Habiéndose reunido con la presidenta Tsai Ing-wen el 9 de octubre, el expresidente F. de Klerk estuvo junto a un grupo que incluyó a Vernon R. S. Steward, ex embajador de Sudáfrica ante las Naciones Unidas, a una visita realizada el 11 de octubre al Museo Nacional de los Derechos Humanos. En la ocasión fueron guiados por el curador del museo, Chen Jung-hong, junto a un ex preso político de nombre Chen Chin-sheng para conocer un antiguo tribunal militar y el centro de detención conocido como Edificio Ren-ai, a fin de interiorizarse sobre los abusos de derechos humanos que tuvieron lugar durante la era del Terror Blanco.


Chen Chin-sheng fue detenido en el Centro de Detención Jingmei en 1971 después de haber sido acusado de haber estado involucrado en un atentado en la oficina de la Agencia de Información de Estados Unidos en Tainan. Durante la visita, Chen relató el error judicial que sufrió a manos de la corte militar y mostró al expresidente F. de Klerk la celda No. 33 donde fue encerrado, recordando así su dolorosa y solitaria reclusión que duró un año y medio.


Después de escuchar sobre la historia de Chen en esa pequeña celda, en la cual se le despojaron los derechos incluso a hacer ejercicio en el patio, F. de Klerk exclamó que lo que le pasó a Chen fue verdaderamente increíble, agregando que sintió una sensación de déjà vu al visitar el antiguo Centro de Detención Jingmei, y que si bien las prisiones eran similares, las historias de las víctimas que escuchó en Jingmei diferían en gran medida de las víctimas de Sudáfrica.


Por consiguiente, F. de Klerk alentó a más víctimas taiwanesas a compartir sus historias, para que se revelara la verdad y que más personas pudieran entender las realidades detrás de la historia pasada, promoviendo así aún más la reconciliación nacional.


El expresidente F. de Klerk indicó que cuando Sudáfrica comenzó sus esfuerzos en la reconciliación étnica, inicialmente hubo enfrentamientos violentos entre las comunidades negras y blancas. La fricción duró mucho tiempo, pero al final, las dos partes trabajaron juntas para encontrar objetivos comunes. Hubo consenso de ponerse de acuerdo con métodos mutuamente aceptables y, finalmente, se creó confianza bilateral impulsando la verdadera reconciliación.


F. de Klerk también expresó su apoyo a los esfuerzos del Museo Nacional de Derechos Humanos para sacar a la luz la verdad y promover la educación en los derechos humanos, así como para alentar a más testigos de la historia como Chen a que se levanten y cuenten sus historias para que las personas en Taiwán y en el extranjero pudieran comprender mejor lo que sucedió en Taiwán durante esos años y se pueda proporcionar más evidencia en la promoción de la justicia transicional.


El curador del Museo Nacional de Derechos Humanos, Chen Jung-hong, señaló que, durante la visita, el expresidente F. de Klerk y su grupo compartieron sus experiencias en la promoción de la reconciliación étnica y la justicia transicional, expresando asimismo su esperanza de que el museo pudiera continuar en sus esfuerzos para promover la verdad histórica y reforzar la educación en los derechos humanos.


Así, el curador del museo Chen indicó que el expresidente de Sudáfrica había mostrado la sabiduría y la estatura de un verdadero guerrero luchando por los derechos humanos internacionales. La historia de Chen Chin-sheng conmovió particularmente a los visitantes. Además de identificarse con las dificultades que enfrentaron los que lucharon por la democracia y la libertad en Taiwán, la delegación sudafricana también alentó a las víctimas a seguir defendiendo la verdad y trabajando para que el público en general fuera más consciente del verdadero significado de la justicia transicional.