El ministro de Cultura, Lee Yung-te, junto con Rémi Brague, presidente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y Jean-Robert Pitte, secretario vitalicio, presidieron conjuntamente el 20 de junio la 25ª ceremonia de entrega del Premio Cultural Taiwán-Francia en la Académie des sciences morales et politiques. El ministro Lee dijo que esta era su primera visita al extranjero después de asumir su cargo y este hecho representa la gran importancia a este premio, así como la amistad entre Francia y Taiwán.
Los dos ganadores fueron Wu Kun-yung, organizador general de la collection Critique socio-politique, publicada por Editions Utopie, y Jana S. Rošker, profesora del departamento de estudios asiáticos de la Universidad de Liubliana, Eslovenia.
Wu señaló que desde 2002 se ha dedicado al intercambio cultural entre Taiwán y Francia, y espera promover la comprensión y el diálogo más directos entre los autores y lectores taiwaneses y franceses a través de la traducción. Rošker, por su parte, expresó a través de un video que tiene recuerdos inolvidables de Taiwán y agradeció al Premio Cultural Taiwán-Francia por condensar una imagen de verdadera amistad que une a los pueblos de Taiwán, Francia, Europa y el mundo.
El ministro Lee expresó su gratitud a Wu por "fomentar el pensamiento social y promover la práctica de los movimientos sociales a través de publicaciones y traducciones". También agradeció a la profesora Rošker, al decir que ella ha mostrado a la comunidad internacional el importante rol que ha desempeñado Taiwán en el desarrollo del sistema filosófico del mundo chino moderno y contemporáneo, mediante su libertad de expresión, libertad de pensamiento y la cultura multiétnica.
Lee manifestó que cada año el Premio Cultural Taiwán-Francia es valorado por la Académie des sciences morales et politiques y se ha convertido en un medio importante para seguir profundizando la amistad entre Taiwán y Francia. Desde su establecimiento en 1996, el Premio Cultural Taiwán-Francia ha honrado a más de 40 ganadores de todo el mundo. No sólo ayuda a Francia y Europa a tener una mejor comprensión de Taiwán, sino que también promueve intercambios culturales más profundos entre Taiwán y Francia.